Sociedad Luz, un ícono cultural

La entidad fundada por Alfredo Palacios en 1921, en el barrio de Barracas, es un referente de la identidad porteña. Es una tradicional biblioteca.

Terminaba el Siglo XIX y Buenos Aires concentraba la esperanza de inmigrantes de diversas nacionalidades. Era fuerte, en aquel entonces, el concepto de cultura popular sostenido por el socialismo porteño en contraposición al sistema oficial que privilegiaba sólo a las clases pudientes.

Por iniciativa de Mauricio Kliman, un estudiante de ingeniería, se dieron los primeros pasos para organizar una entidad cultural destinada a la enseñanza del pueblo. La idea fue recogida por los doctores Juan B. Justo y Ángel Giménez, quienes despertaron el interés de los pobladores, que empezaron a asistir a las conferencias dictadas por la doctora Alicia Moreau de Justo sobre alcoholismo y enfermedades venéreas e higiene sexual, y por el doctor Nicolás Repetto sobre parasitismo social y orgánico, por ejemplo.


Había surgido, así, la Sociedad Luz-Universidad Popular, que entre los años 1914 y 1925 dictó 4491 conferencias y realizó visitas a fábricas y escuelas técnicas; publicó cuadernillos sobre alcoholismo; explotación de la mujer y de los niños, y explotación del aborigen, entre otros temas, y dictó cursos de idiomas, taquigrafía, contabilidad, dibujo, higienismo, cuerpo y mente del trabajador.


En forma paralela a la actividad que desarrollaba la universidad popular, surgió la necesidad de tener un edificio que los albergara. Se eligió el barrio de Barracas, de profunda concentración obrera, para comenzar la construcción del edificio que iba a albergar la Universidad del Pueblo. En Suárez 1301 (esquina Ruy Díaz de Guzmán) comenzó en 1921 la construcción del edificio de línea italianizante que iba a estar terminado en 1934.


Hoy, restaurado absolutamente, el edificio neoclásico de dos plantas se destaca por su acceso en ochava jerarquizado por un frontis clásico. Pilastras ritman la composición de las aberturas laterales, que poseen dinteles curvos en planta baja, y rectos en el piso superior.


En aquel entonces, se abrían las puertas al conocimiento de los obreros con el ideal de enseñar y difundir la ciencia en todas sus expresiones, para lograr una educación sin requisitos previos.


Inmigrantes y criollos tuvieron acceso a obras de la literatura universal, científicas y políticas. Conjuntamente con la biblioteca, se realizaban conferencias, espectáculos teatrales, cursos y campañas de prevención de enfermedades como la tuberculosis, una afección de la época que todavía da sus coletazos.


En la actualidad, además de los cuadernillos para la socialización de la medicina, la biblioteca tiene más de 90.000 volúmenes, producto de donaciones, compras y de la voluntad de intelectuales socialistas y marxistas que legaron sus libros.


Por ejemplo, se conservan las obras completas de Jean Jaurés, Alberdi, Mitre y Sarmiento, obras de teatro y colecciones de revistas de aquel entonces. Y sus aulas aún conservan los pupitres que se usaban en 1930. En esos salones, entre estos pupitres, dictaron cursos y seminarios Juan B. Justo, Nicolás Repetto, Alfredo Palacios y Jorge Luis Borges.

La Sociedad Luz sigue siendo, con más de 100 años, un ícono de la cultura popular, un emblema del barrio de Barracas y un referente de la identidad porteña.

- Pagina 12: "La sociedad Luz"
- GCBA: "Rincón de Luz"
- CTA:"La CTA visitó a la Biblioteca popular sociedad Luz"
- Clarín: "Renace una tradicional Biblioteca en Barracas"